Existen momentos en los que parece que la microgestión puede ser necesaria para conseguir los objetivos que deseamos y obtener los mejores resultados. Pero, la realidad es muy diferente, ya que este tipo de gestión lo único que hace es ralentizar la productividad de los empleados y crear un efecto negativo en ellos.
“Lo que sienten tus empleados es lo que sentirán tus clientes. Y si tus empleados no se sienten valorados, tampoco lo harán tus clientes “.
Sybil F. Stershic
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Toggle¿Qué es la microgestión?
Cuando hablamos de microgestión nos referimos a un tipo de gestión de equipos, en el que un líder controla y observa cada detalle del trabajo que realizan los empleados.
Es muy común en las empresas ver como los jefes de cada área se pasean por la oficina controlando las tareas que realizan sus empleados, indicándoles cómo deben hacerlo en cada momento. Es habitual que también se les exija un reporte o análisis del proyecto que están llevando a cabo, para poder tenerlo todo más controlado si cabe.
Se tiende a pensar que administrando y controlando de esta manera a los empleados, se realizará el trabajo de manera correcta y más efectiva, mejorando el resultado final. Pero, como hemos comentado antes, lo único que se consigue es disminuir la productividad y motivación de los empleados, tal y como demuestran muchos estudios.
Además, este tipo de gestión, genera un ambiente laboral tenso en la empresa, y la relación jefe-empleado se va deteriorando.
Indicios de que tu empresa está llevando a cabo una microgestión.
Vamos a echar un vistazo a diferentes señales las cuales nos pueden avisar de que en la empresa se está creando una microgestión. Saber identificarlas nos ayudarán a evitar este tipo de gestiones en el lugar de trabajo.
- No saber delegar. Tendemos a pensar que para que algo salga bien, lo debemos hacer nosotros. No confiamos en que otra persona pueda hacerlo, es por este motivo por el que no delegamos tareas a terceros. Esto hace que nos sobrecarguemos de trabajo, aumente nuestro estrés laboral, y dejamos a los empleados sin apenas tareas a realizar.
Aprender a delegar es un paso muy importante a la hora de gestionar un equipo:
– Como jefe, disminuirá tu presión de trabajo.
– En tu ausencia, otra persona podrá realizar la tarea de forma correcta.
– Aumenta la confianza del empleado con los jefes de proyecto.
– Mejora la creatividad y y autoestima del empleado.
– La delegación es una manera de reconocer al trabajador.
- Obsesión en los detalles. Uno de los hechos más comunes dentro de la microgestión es centrarte únicamente en los pequeños detalles y olvidarte por completo del resto de la tarea. La mayoría de las personas que emplean este tipo de gestión, se obsesionan con tener hasta el más mínimo detalle controlado, dejando de lado los objetivos más importantes.
Esta obsesión puede llevar a la desconfianza por parte del resto del equipo. Además, mostrarás una inseguridad y egoísmo por querer ser partícipe de cada detalle de la tarea que se esté realizando en ese momento.
Es mucho más fácil y sano realizar la tarea de manera organizada para no tener que obsesionarte con cada paso, y así mejorar los resultados y el entorno laboral del equipo
- Frenar la creatividad de los empleados. Cuando el líder de un proyecto intenta acaparar casi todas las tareas, o supervisar cada detalle, el propio empleado se queda sin oportunidad de ejercer sus habilidades, limitando su creatividad. Cuando al trabajador se le deja tomar decisiones, trabaja de manera más eficiente, aumentado así su productividad y confianza en sí mismo.
Además, tener que explicar a cada empleado cómo quieres que realicen la tarea, todo lo que tienen que tener en cuenta para llevarla acabo etcétera, creará problemas en la gestión de tiempo. Cuando el empleado toma decisiones por él mismo, realiza el trabajo de manera más eficiente.
- Olvidar el objetivo final. Como hemos comentado en otros puntos, los líderes de proyectos o jefes acostumbran a obsesionarse con tareas pequeñas, las cuales también son importantes, pero no deben acaparar más tiempo del necesario, ya que pueden llegar a impedir que se cumpla el objetivo final.
- No saber escuchar. Además de todos los puntos anteriores, un hecho indiscutible de la microgestión es el no escuchar las ideas u opiniones del resto del equipo. El micromanager, tiende a pensar que la única manera válida de realizar una tarea es su forma de hacerla. Ignorando así otras sugerencias por parte de los empleados.
Obviamente, esto genera una desmotivación general en el equipo, ya que pierden toda oportunidad de poder mostrar sus habilidades e ideas para realizar su trabajo. Únicamente hacen lo que se les pide, y esto acarrea un descontento general y una gran pérdida de iniciativa.
Estos son algunos de los indicios más comunes de que se está llevando a cabo una microgestión en la empresa, pero existe otros muchos, como por ejemplo; la necesidad de saber qué hacen y donde están los empleados, por qué no están en su puesto de trabajo, cuánto tiempo emplean en descansos, no dejar espacio e interrumpir continuamente para dar unas pautas a seguir en la tarea que están realizando, etcétera.
¿Qué hacer si eres el jefe?
Como jefe, si te suena alguno de estos signos, es muy probable que estés empleando una microgestión, y que haya llegado la hora de cambiar tu forma de gestionar, para poder mejorar el clima laboral de tu equipo y por ende los resultados de la empresa.
Lo más importante del proceso es tener una buena comunicación con todos tus empleados, y explicarles bien cuáles son los objetivos principales. A su vez, debes estar abierto a escuchar sus opiniones o ideas para que estén más involucrados en el proyecto, y crear un sentimiento de pertenencia.
Debes aprender a delegar para que, en tu ausencia, el resto del equipo continúe realizando las tareas de forma correcta. De esta manera, disminuirás la presión de trabajo, y aumentarás la motivación de los empleados, ayudándoles a desarrollar nuevas habilidades y conocimientos.
En GumsUp, somos especialistas en en plataformas de fidelización y sistemas de motivación comercial. Una de nuestros principales funciones es ayudar a las empresas a organizar mejor los objetivos por departamento o grupo, mejorando el trabajo en equipo. Además, nuestra plataforma potencia las interacciones sociales positivas entre los miembros del equipo, creando sistemas de reconocimiento y apoyo entre empleados.
En conclusión, este tipo de gestiones, a primera vista pueden parecer normales dentro de una empresa, pero lo único que se consigue es una desmotivación total en el equipo y perder la iniciativa en todos los trabajos a realizar.
“Las personas quieren saber que importan y quieren ser tratadas como personas. Ese es el nuevo contrato de talento “.
–Pamela Stroko